lunes, 7 de noviembre de 2011

Carcelona animals


Copio a continuación el último párrafo de mi texto para el Barcelonés de este mes, a modo de continuación del capítulo Carcelona animals del libro. El cerdo Puccini campa a sus aires por Nou Barris y algunos vecinos, como se ve en la foto, se preocupan.

...Pienso todo esto sentado en una terraza de la plaza Virrei Amat, desayunando un bocadillo de tortilla, rodeado de señoras cansadas y de niños gritones. Cuando menos me lo espero, aparece una extraña bestia por la acera. Me digo entonces que a los animalistas se les está yendo de las manos ¡Se atrevieron a cruzar un bulldog con un jabalí! Pero resulta que no es un perro sino un cerdo. ¿Qué hace un cerdo suelto por una plaza de Nou Barris? ¿Acaso rueda Woody Allen un remake de Rebelión en la Granja? Pido otro café por las dudas mientras se aleja el animal a paso cansino. Termino el desayuno sin más sobresaltos. Me levanto y diviso a un grupo de desocupados rodeando a este cerdo indescifrable. Un vecino lo ha atado a un árbol mientras otro llama a la perrera municipal. El resto mira. Cuando todo el show parece llegar a su fin, se oye un grito: “eh, no truqueu, no, que és meu”. Y a continuación, “Puccini, què fas? Anem a esmorçar?” Es el dueño, quien se ve forzado a dar una explicación. Hace una pausa, observa al auditorio improvisado y explica la milenaria tradición de los cerdos vietnamitas, su vocación por ser animales domésticos mucho antes de que nosotros, tristes occidentales, optáramos por los perros. En Vietnam, y en Hollywood, prefieren a los cerdos como mascotas. El esforzado vecino de Nou Barris no aclara a sus congéneres por qué le puso Puccini al cerdo ni tampoco a qué colegio animal lo llevó para que le saliera tan normalizado. Estas son las cosas que pasan en mi ciudad y que según que días me parecen odiosas y según que noches las veo magníficas...

Hablando de animales, me leí esta mañana un libro sensacional: JOP, de Jim Dodge. Aclaro que Jop es el nombre que le ponen a una pata (femenino de pato). Jop comparte protagonismo con el jabalí Cepo y de ahí la conexión con Puccini, el cerdo. La edición corre a cargo de Capitán Swing editores e incluye una larga entrevista con el autor del que me declaro, desde hoy, fan absoluto. Pocas veces una entrevista es tan clarificadora de un modo de pensar, de una manera de vivir, de una forma absolutamente libre de vivir de este señor Dodge que, gracias a las incisivas preguntas de Kiko Amat, llegamos a conocer tan bien como a sus entrañables personajes. El prólogo de A. Jiménez Morato, que sugiero leer después de la novela, es altamente recomendable y de ahí rescato esta cita de Thoreau:

"Vivid libres y no os comprometáis. Hay poca diferencia entre recluirse en una granja o en una prisión."

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