miércoles, 24 de noviembre de 2010

arte, política y urubús


Coincidió mi breve viaje a Sao Paulo con la Bienal de Arte. La edición 29. Una edición política y polémica. Nada como la censura para conseguir páginas en los medios. Primero lo político. Roberto Jacoby es un artista y sociólogo argentino que, entre otras cosas, acuñó en los ochenta el concepto "la estrategia de la alegría". Desconozco en qué consiste dicha estrategia. Treinta años más tarde, Jacoby es invitado a una Bienal que presupone que no puede separarse el arte de la política. Jacoby organiza una brigada argentina de apoyo a la entonces candidata, hoy presidenta, Dilma Rousseff y se arma el pollo. Como cuenta en "arde Sao Paulo", la propia organización decidió que esa Brigada era "demasiado" política. ¿En qué quedamos? Algo parecido le sucedió a Nuno Ramos, un artista paulistano que optó por colocar a tres urubús (unos pajarracos no muy agraciados) dentro de una red y entre varias esculturas de gran tamaño. Ya antes de inaugurarse la muestra los animalistas estaban protestando. Finalmente, rompieron la red y sacaron a un urubú en medio de un jaleo tremendo inmortalizado en este video. Lo de los animalistas no tiene nombre. Cuando no tocan los cojones con los toros, lo hacen con las ballenas y cuando no con los urubús. Eso sí, en los asados, barbacoas o churrascos comen carne tan tranquilos. Porque resulta que el bueno de Nuno no los secuestró de un supuesto edén en donde volaban libres y alegres los urubús, sino que simplemente los cambió de jaula. De un parque en Sergipe a una bienal en Sao Paulo. De hecho estaban mejor en Sao Paulo ya que su jaula, queridos animalistas, era 30 veces mayor. No sólo eso. El pobre Nuno, desde ya pido que le nominen al premio del artista más animal friendly del hemisferio sur, se trajo a la persona que los ciuda e incluso al veterinario! Nada de eso sirvió para aplacar la ira de los irascibles animalistas, seguramente de mal humor por no poder hacer glamping ese fin de semana en el Parque de Ibirapuera. ¿Qué es el glamping? El último pasatiempo de los ecopijos o ecololós, que diría Caparrós. Jacoby y Nunes fueron censurados. El tercero en discordia, Gil Vicente, se salvó por los pelos. A este artista brasileño le acusaron de incitación al terrorismo y al magnicidio por una serie de magníficos dibujos en los que se refleja él mismo apuntando con una pistola a personajes como el Papa, la Reina de Inglaterra o Lula da Silva. Por alguna misteriosa razón el amigo Vicente no fue censurado, de momento, y gracias a eso pude hacer como la mayoría de los visitantes de la Bienal, básicamente interesados en utilizar las obras como escenografía para sus fotos de viaje, y tomarme una foto con la obra que acompaña estas líneas.

Durante mi largo viaje en avión desde Carcelona, estuve leyendo un excelente libro de Nicolas Bourriaud, Radicante, donde escribe cosas como éstas, que quizás le sean de utilidad a animalistas y compañía qué se preguntan si lo de los urubús es o no arte.

"¿Es arte o no lo es? La pregunta, que encanta a los aduaneros de la cultura y excita infinitamente a los juristas, se reduce por otra parte a un interrogatorio policial: ¿cuál es su derecho de entrada al territorio artístico?; ¿tiene documentación, autorizaciones oficiales? Sin embargo podría formularse diferentemente: ¿qué es lo que, al atravesar el espacio-tiempo del arte, constituye una presencia real? Este objeto nuevo, introducido en la burbuja del arte, ¿genera actividad, pensamiento o no? ¿Tiene una influencia en dicho espacio-tiempo y, si tal es el caso, qué tipo de productividad? Estas son las preguntas que hay que hacerle a una obra y que me parecen más pertinentes. Si este objeto existe, si se mantiene, si cuenta, si coordina, si produce... ¿Pasa algo, algo ocurre? Rompamos con los reflejos del policía y del legislador, y miremos el arte con el ojo del viajante curioso, o del huésped que recibe en su casa a comensales desconocidos."

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