miércoles, 15 de abril de 2009

semana azulgrana


El original en otro blog de Leo Campos http://letradeportiva.blogspot.com/

Futbol total

Me pide Leo Campos que escriba un texto sobre Johann Cruyff. Mi primer impulso es decirle que preferiría no hacerlo, que estoy en una época de escritor del No, que me considero un Bartleby de rebajas. Pero no puedo. No puedo negarle nada a alguien que le pone unos zapatitos azulgranas a su hija de pocos meses para ver juntos el Barça-Real Madrid (unos zapatitos, claro, que le regalé yo). No puedo olvidar que fue con Leo Campos con quien compartí, solera va solera viene, esa taquicárdica final de París en la que conseguimos nuestra (hasta este año) última Champions League. No puedo rechazar esta asistencia de tacón de quien no tiene reparo en pasear por Bienales de Literatura ataviado con una franela con el 10 de Messi. No puedo.

Ahora que todo aficionado babea con el juego del Barça, en estos días en que los festivales de Danza Contemporánea incluyen a Messi en su programación, en esta primavera en la que media Barcelona suspira por Pep Guardiola hace falta recordar que si este Barça existe, si este futbol total asombra a Europa, si este abuso de espectáculo es posible, es gracias a que hace unos años hubo un hombre, un estadista, un visionario, llamarle apenas entrenador sería rebajarle, que sacó al futbol del cementerio en el que había echado raíces para convertirlo, nuevamente, como hizo también cuando fue jugador veinte años antes, en un arte. Ese hombre de origen holandés y de madurez catalana se llama Johan Cruyff y para que nos entendamos, para que sepamos de lo que hablamos, para que nos dejemos de tonterías, es el Duchamp del fútbol, alguien avanzado a su tiempo, alguien que siempre está un paso, o una docena, más allá de los demás.

Su compatriota Ramón Gieling le dedicó hace unos años un documental que tituló “En un momento dado”, en honor a una de las frases que a Cruyff le gustaba repetir. Ciertos integristas del formalismo lingüístico le criticaban, y le critican, que tantos años viviendo en España no le hayan bastado para aprender correctamente el castellano. No se dan cuenta de que si no lo habla bien es porque no le da la gana. Al igual que a Picasso no le daba la gana pintar paisajes. O a Dalí bailar sardanas. Los genios se rigen por otros parámetros y Cruyff, como tal, no es una excepción. Cambiar la mentalidad de un club sufridor, mártir, perdedor, catalán en definitiva, con casi cien años de historia, y convertirlo en una referencia no tan sólo por el número de socios –eso ya lo teníamos– ni por el estadio más grande –el tamaño sí importa– sino sobre todo por asumir como doctrina una manera de afrontar el fútbol, o sea la vida, en la que cuenta menos la victoria –y Cruyff consiguió muchas– que la imagen que se deja.

Por ese motivo, lo vemos en el documental que recomiendo busquen hoy mismo, el dueño de ese restaurante de l’Eixample barcelonés organiza su cocina como Cruyff organizaba a su equipo. Y es que nadie se acuerda de esa gris Alemania que ganó el mundial del 74 y en cambio todo buen aficionado tiene un hueco para la Naranja Mecánica. Lo mismo con el Dream Team. No importan cuántas Copas de Europa ganó, apenas una, lo relevante es que durante casi una década, el fútbol de ese equipo interesó tanto a las amas de casa aburridas como a los diplomáticos desubicados, por mencionar algunos colectivos singulares que suelen expresar ciertas reservas respecto al balompié.

Cruyff estuvo al frente del Barça ocho años. Entre los jóvenes que corrían por La Masia (esa escuela de la vida nunca bien ponderada en la que se formó, entre otros, Messi) descubrió a un espigado muchacho. Ese muchacho, Pep Guardiola, se empapó durante años de la doctrina cruyffista y, si le dejan, puede marcar una época. Es el heredero de una manera de ver la vida, una mezcla de hedonismo ilustrado con anarquismo burgués, que, aplicada en un campo de fútbol, consigue llevar a este, en general, aburrido deporte, a cotas de belleza que pocas manifestaciones artísticas consiguen. Gracias Johan.

2 comentarios:

  1. Marcel Duchamp
    De Wikiquote
    citas

    "En un momento dado, comprendí que no hacía falta cargar la vida con un peso excesivo... Y, afortunadamente, lo comprendí bastante pronto"

    Monique

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  2. MESSI es la representación de dios más exacta en la tierra... si es que dios existe, caso contrario MESSI es dios y rosarino por supus...

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