El siempre diligente Juan Carlos Ballesta envía este mensaje:
Les informo que Ladosis #3 está en la calle desde hoy. Busquenla durante esta Semana Santa en las discotiendas Esperanto (Tolon, Paseo, Vizcaya, El Recreo, San Ignacio y Millenium).Para los que no viven en Caracas, para los que no salen de Los Palos Grandes o para los que no leen revistas de música, dejo aquí mi modesta contribución a este número, dedicada a uno de los grandes.
ALBERT PLA
La diferenciaEnano en un país de gigantes, siempre errante, miserable en tierra de magnates, extranjero, viajante. Así se describe Albert Pla en el tema que da título a su último CD: La Diferencia. Así se han titulado también las cinco presentaciones que ha ofrecido en el Teatre Lliure. No uso la palabra conciertos a propósito. Los que han tenido la oportunidad de verlo encima de un escenario, saben que el juglar de Sabadell (pequeña ciudad industrial del interior de Catalunya) es, además de cantante, poeta y actor. A pesar de su aspecto de trovador vagabundo, que lo haría, a priori, más apropiado para sórdidos locales oscuros, cada vez más es más habitual encontrárselo en la programación de algún prestigioso teatro. Así se vio en Caracas hace cuatro años. En el bullicioso Moulin Rouge pasó desapercibido y en cambio, al día siguiente, en la solemne sala José Félix Rivas, del Teatro Teresa Carreño, cosechó un éxito inesperado para un artista, en aquel momento, desconocido en Venezuela. Pocas veces he visto yo en una sala el fervor con el que se siguió un tema, “la colilla”, en ese entonces una canción inédita. Como bien recordamos los afortunados que estuvimos allí ese sábado por la tarde tonto y caliente, es la historia de una colilla de cigarrillo que le cae de la boca a un espalda mojada acribillado en la frontera de Estados Unidos. A modo de versión post-apocalíptica de la teoría del aleteo de la mariposa, la colilla genera una espiral de reacciones en cadena que termina por arrasar con todo el país. Todo USA echando humo. Una fantasía anti-imperialista. Un delirio musical que compartió en el escenario con Diego Cortés y Judith Farrés (ver vídeo en
http://www.rebelion.org/noticia.php?id=84805) Como tipo inteligente que es, Albert Pla suele rodearse de grandes músicos. Así, en La Diferencia, además de los mencionados, colaboran Pascal Comelade y Quimi Portet, dos de los grandes. Para Pla “
escribir una canción es una pérdida de tiempo y un profundo sinsentido”. Graba discos “
para juntarse con músicos con los que me troncho”. De esas risas con Quimet surge el otro gran hit del disco, “Juerga Catalana”, una road-movie psicotrópica por toda Catalunya que esconde bajo su capa humorística un demoledor retrato de un país demasiado acostumbrado a mirarse el ombligo. Para los no catalanes, se incluye en el folleto del CD un glosario de términos para que “
se sitúen geográficamente y para que sepan de qué cojones está hablando”. Y es que Albert Pla sigue en plena forma. Después de su anterior “Vida y Milagros”, en donde hacía balance a veinte años de carrera, el cuarentañero Pla aún emociona con pequeñas historias sobre las humillaciones de la vida cotidiana. Canciones de amor como “Corazón” o “Buscando” comparten espacio con otras como “Malos Pensamientos”, un anti-homenaje a los rockeros de toda la vida, como Rosendo. Albert Pla sigue estando en la periferia y hace los discos con espíritu fronterizo. Eso no es óbice para que siga marcando tendencias. De su “Canciones de amor y droga (un regalo para España)”, con el que dio a conocer al poeta, compositor y músico maldito Pepe Sales, ha surgido un festival,
http://www.festivalpepesales.org/, cuya principal actividad este año ha consistido en una recogida de pantaletas (no sabemos si usadas o no). Como ya escribió otro desquiciado poeta, Miquel Bauçà, “
vaguear entre imbéciles solo lleva al infortunio”. De regreso a los escenarios teatrales, Albert Pla, se presenta en esta gira con un equipo de luces tan sencillo como funcional, capaz de jugar con atmósferas y reírse de montajes como los de Madonna que, finalmente, no son más que una muestra de efectos espaciales y pantallas de colores. Porque, cómo se pregunta Pla en un momento del show, ¿cuál es la diferencia entre cantar de una manera u otra? “A ver… será lo mismo, o será distinto cantar así: sho-lere-lérerley-leyyy- / lo-lolárylo-lára-lolá…, o cantar: hulah-hulah- / hulah-hulá-hú-hulá, en cantar: yeah-jeah- / yé-yé-yé-yé yé-yé, o cantar: ay-ay-ay-ay-ay / yayay-yaya / ¡Ay-ayay!”.