miércoles, 11 de marzo de 2009

semana 9

En Carcelona cada día se aprueba una nueva prohibición. La dictadura del civismo aspira a regularlo todo. No deja ningún resquicio suelto y una de las últimas actuaciones se ha centrado en el nunca bien pensado tema de los orines. En Carcelona, hasta nuevo aviso, está prohibido orinar en la calle. El Colectivo Subcity, http://www.bcnsubcity.blogspot.com/ ha interpretado la medida como un nuevo ataque a las mujeres, para quienes el asunto, según ellos, es doblemente prohibitivo ya que un hombre siempre puede evadir la prohibición (todas las prohibiciones, ya se sabe, estimulan a llevar a cabo con más frecuencia lo que pretenden prohibir) yéndose a un rincón mientras para una mujer la meada pública es un símbolo de vergüenza (sic). Los amigos del Colectivo Subcity se han puesto creativos y han creado la ruta Pixing (híbrido de pixar, mear en catalán y bicing, el sistema de transporte público de Carcelona), un itinerario con los mejores lugares de la ciudad para soltar las aguas menores. No, lo siento, el monumento a Francesc Macià de la Plaça Catalunya no está entre ellos, aunque sí el Estadio Olímpico de Montjuich, especialmente los días que juega el Español. Pixing, afirman muy serios sus ideológos, es una queja contra las formas sutiles de machismo que llevan a las mujeres a sentirse avergonzadas por actos que los hombres realizan con orgullo. Es una instancia a pensar en la igualdad de género en el día a día, en los pequeños actos de nuestras vidas. Es un grito a la libre acción, sin la opresión de marcos patriarcales que opriman la identidad de las mujeres.
Desconozco si a este Colectivo lo subvenciona el Ministerio de la Igualdad o el Patronato de Turismo de Girona pero llevo unos días inquieto esperando la foto que van a usar en la más que probable campaña turística promocional. Otra cosa que me ha dejado estupefacto esta semana ha sido comprobar, a la una de la mañana, mientras esperaba el Nit Bus, que la “caseta” de información turística frente al Corte Inglés seguía abierta. Dos turistas japoneses, con evidentes síntomas de jet-lag, buscaban un lavabo público. El empleado de Turisme de Barcelona no supo qué decirles. Aún no había recibido los folletos del Pixing.
Tanto mear fuera de tiesto me ha llevado a este legendario soneto de Rafael Alberti.

SE PROHIBE HACER AGUAS

Verás entre meadas y meadas,
más meada de todas las larguras:
unas de perros, otras son de curas
y otras quizá de monjas disfrazadas.


Las verás lentas o precipitadas
tristes o alegres, dulces, blandas, duras
meadas de las noches más oscuras
o las más luminosas madrugadas.


Piedras felices, que quien no las mea,
si es que no tiene retención de orina,
si es que no ha muerto es que ya está expirando.


Mean las fuentes... Por la luz humea
una ardiente meada cristalina...

Y alzo la pata... pues me estoy meando.

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