jueves, 16 de septiembre de 2010

Cuando la fiesta nacional yo me quedo en la cama igual


Para cuando me levanto ya han hecho el paripé de la ofrenda floral a Ramón de Casanovas, el numerito musical del Parc de la Ciutadella y apenas queda la manifestación de la tarde con su correspondiente pelea final con los polis. Recuerdo hace años, cuando aún era joven e ingenuo y creía en patrias y naciones, que un once de septiembre se me ocurrió acercarme al Centro y, subiendo por las escaleras mecánicas del metro de Plaza Catalunya, las que salen frente al Zurich, fui recibido con una ristra de pelotas de goma que esquivé gracias a certeros movimientos de cintura. Hoy me quedo en casa y gracias al Facebook y al ínclito David Barba me acuerdo de esta canción de George Brassens que en su día versionó Loquillo: La Mala Reputación. Es 11 de septiembre, fiesta nacional en Catalunya, y como cae en sábado, me compro el ABC, un periódico de derechas, bastante facha en realidad, pero que ofrece este día un aceptable suplemento cultural: el ABCD. Un suplemento en el que nunca saldrá Jimmy Jump, este personaje inclasificable del que se ríen en España mientras en Argentina, o al menos en Radar, le dedican dos páginas a todo color con imágenes de sus memorables hazañas. Jimmy Jump y su barretina. Una barretina casi imposible de comprar en las tiendas de Carcelona en donde lo que vende son los sombreros mexicanos, las camisetas de Custo y las bailarinas de flamenco. Una barretina que paseó Dalí por el mundo. Una barretina que hoy luce de montera el torero catalán Serafín Marín a modo de protesta o reivindicación sobre la catalanidad de los toros. Es 11 de septiembre y suenan Els Segadors en el Nou Camp y yo me quedo callado y tarareo mi canción.

LA MALA REPUTACIÓN
por Georges Brassens

En mi pueblo sin pretensión
Tengo mala reputación,
Haga lo que haga es igual
Todo lo consideran mal,
Yo no pienso pues hacer ningún daño
Queriendo vivir fuera del rebaño;
No, a la gente no gusta que
Uno tenga su propia fe
No, a la gente no gusta que
Uno tenga su propia fe
Todos todos me miran mal
Salvo los ciegos es natural.

Cuando la fiesta nacional
Yo me quedo en la cama igual,
Que la música militar
Nunca me pudo levantar.
En el mundo pues no hay mayor pecado
Que el de no seguir al abanderado
Y a la gente no gusta que
Uno tenga su propia fe
Y a la gente no gusta que
Uno tenga su propia fe
Todos me muestran con el dedo
Salvo los mancos, quiero y no puedo.

Si en la calle corre un ladrón
Y a la zaga va un ricachón
Zancadilla doy al señor
Y he aplastado el perseguidor
Eso sí que sí que será una lata
Siempre tengo yo que meter la pata
Y a la gente no gusta que
Uno tenga su propia fe
Y a la gente no gusta que
Uno tenga su propia fe
Tras de mí todos a correr
Salvo los cojos, es de creer.

Ya sé con mucha precisión
Como acabará la función
No les falta más que el garrote
Pa' matarme como un coyote
A pesar de que no arme ningún lío
Con que no va a Roma el camino mío
Que a le gente no gusta que
Uno tenga su propia fe
Que a le gente no gusta que
Uno tenga su propia fe
Tras de mí todos a ladrar
Salvo los mudos es de pensar.

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