lunes, 26 de julio de 2010

Carcelona in english


Lope Gutiérrez-Ruiz es el Pedro de los editores latinoamericanos. Si el futbolista canario pasó en dos años de jugar en tercera división a ser titular en la final del mundial, el joven Lope dejó de ser el impertinente arrocero de cualquier sarao pseudo-cultural caraqueño, para saltar de golpe a la fama mundial como Ted Fellow. Si el barcelonista Pedro fue bautizado como Pedrito, Lope Gutiérrez-Ruiz solía ser conocido como el Junior y como tal estaba siempre metido en cualquier desastre que surgiera en la vibrante noche caraqueña de hace unos años. El joven Lope se fogueó en esa extraña asociación de intrigantes camuflada bajo un disfraz de revista, el Plátano Verde, y cuando el proyecto sucumbió -como todo buen proyecto que se precie en Caracas-, con la complicidad de una mujer, ¿por el amor de una mujer?, creó el Gopher Illustrated, una revista parida en Caracas pero que quiere crecer en London y New York, donde confían colocar los 1000 ejemplares numerados a mano que han salido a la venta. Con un diseño espectacular de Alexander Wright, la revista aspira a ser un objeto de colección entre jóvenes urbanitas con inquietudes postmodernas. Hace unos meses el Junior -para mí siempre será ése su nombre- entró en el chat y me soltó: "el fin de semana me leí toda Carcelona de principio a fin, compilé los artículos y los imprimí, vamos pendientes de publicarte en el Gopher, ¿vas pendiente? impreso, en inglés, autor traducido!" Ante esa avalancha sólo pude responder: "incredible!!!!" "compartirás edición con Mario Bellatín, William Giraldi, Robert Redford y otros" siguió diciendo. Atiné a preguntar: ¿y quién hace la traducción? "¿sugieres a alguien? no es muy fácil traducirte, sa papilla y demás, mira Marc, te mando la cosa esta semana, gracias por querer participar, me alegra mucho poder traer tu visión catalocéntrica al mundo anglosajón." Y así es como viví por primera vez esa extrañeza de leerse a uno mismo en otro idioma, una experiencia paranormal se tome por donde se tome. La verdad es que la traducción de Michelle Benaim es excelente. Mantiene la presumible frescura de la escritura del blog y deja palabras en castellano intercaladas en medio de un inglés en modo jerga bastante funcional. En definitiva, una revista que en Carcelona sólo se podrá conseguir, de momento, en la librería Ras.

Y es que, como ya escribió Rafael Gumucio en sus Páginas Coloniales...
"Barcelona está obsesionada con ser un ejemplo para el mundo. Serlo o -al menos- parecerlo. En Barcelona pasan muchas cosas, pero fundamentalmente nunca pasa nada. Todo está preparado para evitar que pase. La burguesía barcelonesa se siente neoyorquina, pero tiene modales vaticanos. Vive en lo alto de la ciudad, alejada del mar, de los árabes y de cualquier vestigio de incomodidad gótica. Se mueve por una serie de códigos no escritos, uno de los cuales consiste en considerarse abierta, progresista y vanguardista. Pero como toda burguesía detesta con toda el alma cualquier revolución. Así, la ciudad recuerda con nostalgia oficial y con espanto profundo la Guerra Civil, durante la cual Barcelona careció por completo de su proverbial sentido común y se hizo, sino anarquista, al menos anárquica. Y los hoteles de lujo que servían comidas populares, y la ciudad sitiada por última vez, y Andreu Nin, y Durruti, y Lluís Companys en el paredón. Para la burguesía catalana todos esos malos recuerdos han perdido, gracias a la pedagogía nacionalista, su significado original. De este modo, una revolución social, internacionalista y marxista se ha convertido en una guerra de independencia frustada."

2 comentarios:

  1. Marc Caellas is riff raff. Si yo fuera tú, grafitearía mi portal con esa frase.

    ResponderEliminar
  2. Cuando tenga un portal lo haré...

    ResponderEliminar