martes, 23 de febrero de 2010

aprobar las opos a controlador y renunciar

Domingo encerrado en casa. Hace frío y llueve. Me apetece leer, escribir y ver algún dvd. Sólo bajo a la calle para comprar el clásico pollo a l'ast de los domingo. Diez minutos de cola. Son buenos los pollos a l'ast de este local de la calle Muntaner. El resto del día transito entre el pequeño cuarto donde está mi computadora y el salón donde está el dvd, el televisor y el imenso sofá con vistas al cielo de Barcelona. Puro onanismo pseudo-intelectual. En ésas ando cuando caigo en el blog de Ibrahim B. Leo un interesante post sobre los grupos de facebook. Para el crítico, estos grupos serían el límite del relato fragmentario, la mínima expresión. Menciona los siguientes:
- enrollarte contigo mismo en el espejo
- señoras que roban flores del decorado urbano
- modernos/as que llevan un Ipod de 10 gramos y unos auriculares de medio kilo
- hombres que llevan la mochila de la Barbie de sus hijas
- dar un abrazo de consuelo y tener una erección
- tocar el banjo en la mecedora del porche
- usar metáforas innecesariamente complejas para explicar cualquier cosa
Hay mucho más, claro. Más ingeniosos, menos, más graciosos, menos, en fin, todo un mundo y una pérdida de tiempo tan válida como cualquier otra. En realidad, los menciono aquí porque quiero referirme a uno, de reciente creación, inspirado en un caso real. No escribiré aquí el nombre del sujeto para no someterlo al escarnio público entre su vecindad, sólo diré que juega a futbolito los viernes en un equipo de origen marista y final agnóstico.


Lo crean o no, así es. Dice que renunció porque le engañaron, porque le contaron que los controladores no ganaban pasta, que trabajaban mucho y que los mandaban a aeropuertos inhóspitos. Pura ficción. Puro cuento. Sin duda, fue un controlador, uno de esos 2.300 privilegiados que cobran a 300 euros la hora extra, el que le soltó esta fábula. Ahora nuestro amigo quiere recuperar la plaza. Quiere pedir una excedencia en su trabajo actual. Quiere que le anulen la renuncia. Sí, como los que anulan la boda por la iglesia -previo pago al Vaticano- con excusas tipo en realidad era gay, o impotente, o del Real Madrid, y no me lo había dicho... Ministro Blanco, tenga piedad, y readmita a este controlador que jura que nunca irá a la huelga ni invadirá la pista del Prat un 31 de julio...

Domingo extraño. Solitario. Conversaciones por skype. Chats por gmail. Comentarios en Facebook. Vídeos de Calle 13 en Youtube. Poemas de autores desconocidos por e-mail. Esclavos de nuestras palabras. Dueños de nuestros silencios.
Tanteas
como ebrio
en la ruta del extravío
(así se llama
nuestro segundo nacimiento)
Ella nos conduce
fuera del mapa que trazamos.
Lo que vimos con una duda
-descubrimos-
no lo podíamos separar
de nosotros.
También éramos eso.
La aventura
nos trajo
este bien: no ser dueños

3 comentarios: