lunes, 14 de diciembre de 2009

Mientras pienso como escribir este texto


Mientras pienso como escribir este texto Mísia suena en Spotify
Mientras pienso como escribir este texto ella chatea por Gmail
Mientras pienso como escribir este texto alguien sube por el ascensor
Mientras pienso como escribir este texto se cierra la ventana
Mientras pienso como escribir este texto pruebo diferentes formatos
Mientras pienso como escribir este texto a Berlusconi le parten la cara en Milan
Mientras pienso como escribir este texto llega a Carcelona un temporal de frío siberiano
Mientras pienso como escribir este texto tú lo estás leyendo
Mientras pienso como escribir este texto pienso como escribir este texto
Mientras pienso como escribir este texto el cable se cae al suelo
Mientras pienso como escribir este texto me tomo un Macallan doce años
Mientras pienso como escribir este texto me río
Mientras pienso como escribir este texto me acuerdo de los sueños de Cristina, de Morfeo, de la cantante australiana, de la hormiga, de las cortinas, de la pelusa, del rodapié, del caminante anónimo, de los vecinos, del novio de Cristina, del teatro de la representación, del teatro de la presentación, del teatro del ritual, de lo bien que lo he pasado esta tarde en La Poderosa, de lo bien que me ha sentado el vino que he bebido antes de la función, de lo bien que se lo montan estas chicas, de lo buenas que son, de las mini-conversaciones con Roger, con Elena, con Cuqui, con Semolina, de las pequeñas imperfecciones, de las risas que se escapan, de lo buena que es Cristina, de la suerte que tiene su novio catalán de que se haya enamorado de él, de lo insólito que sólo se presenten dos días -y a escondidas casi- en Carcelona, de la buena sintonía con Cuqui, con Cristina, con este tipo de propuestas, con este tipo de propuestas divertidas, con este tipo de propuestas inteligentes, con este tipo de propuestas que saben reírse de ellas mismas, del privilegio de haber pasado esta tarde con ellas, de la idea de José Antonio de invitarlas Bogotá, de la idea de Silvana de avisarme de este Sweet December, de este diciembre frío pero dulce, muy dulce, especialmente en el Raval -¿o era Rabal?-, en La Poderosa, en uno de esos rincones que me reconcilian con esta ciudad nerviosa, con esta ciudad hechicera, con esta ciudad que es un estado de ánimo, un estado de ánimo presidido esta noche fría por una sonrisa que me domina, que me invade, que me lleva a mi atalaya contento, que me hace sentir más en Barcelona que en Carcelona.
Mientras pienso como escribir este texto.

7 comentarios:

  1. la poderosa (lázara davis)14 de diciembre de 2009, 9:47

    ...y mientras escribes yo pienso en desencuentros y despedidas, en bitter desembres, en las alas que una vez me prometió cristina, en la parte de esa b(c)arcelona que me toca, y por supuesto, un poco en tí.

    ResponderEliminar
  2. mmmmmm, qué bé que per fí sentis Barcelona, encara qe nomé sigui una miqueta!
    Un petò
    Núria

    ResponderEliminar
  3. Carcelona afecta en navidades eh?, menos planas y más historias tio!

    al

    ResponderEliminar
  4. MARC, ESTAS INSPIRADO........QUE BUENO, QUE MARAVILLA ES ESTAR INSPIRADO ES UNA SENSACION CASI COMO EL AMOR......ES ESE ESTADO DE GRACIA.........DESDE ESTA TIERRA DE GRACIA HOY EN DESGRACIA, TE DESEO LO MEJOR, ME VOY A LOS ROQUES CON UNAS CHICAS BELLAS ,INTELIGENTES Y SOBRE TODO CON UN GUSTO IMPECABLE AL INVITARME A MI A ACOMPAÑARLAS, YA TE CONTARE.......SALUDOS, CUIDATE,DIVIERTETE,FORNICA Y JODE HASTA EL INFINITO.......
    ROLANDO PEÑA

    ResponderEliminar
  5. Este comentario ha sido eliminado por un administrador del blog.

    ResponderEliminar
  6. The Neverstarting Story... Todavía duele... Bastante...

    ResponderEliminar
  7. traveler, por qué duele? no entiendo....

    poderosa Lázara, regrese a Carcelona, más nada!

    saludos a todos y gracias

    ResponderEliminar