Me despierta el sonido del teléfono. El fijo. No es para mí así que no contesto. Vuelve a sonar al rato. Me levanto por fin y llego justo cuando deja de sonar. Normal. Por si fuera poco ruido, a algún vecino le ha dado por el bricolaje. Es un vecino que está al día de las nuevas tendencias, como todo buen ciudadano carcelonés. Es un vecino que martillea con fruición las paredes. Es un vecino que sabe también que David de Ugarte ha participado en una nueva sesión I+C+i en el CCCB: Bricolaje, significación y propiedad intelectual. Una charla magnífica sobre algunos conceptos y tendencias del mundo actual, como el de los postproductores, las cuasi-rentas o el dominio público de la creación. Los postproductores (por ejemplo los dj’s), nos ha contado el economista y tecnólogo David, son un buen ejemplo. Nos permiten comprender que en este nuevo mundo el futuro es ser pluriespecialista porque, por más especializados que estemos, permanentemente viviremos “arrebatados” de nuestra creación, ya que inmediatamente nos pueden copiar. Citando a Juan Urrutia, Ugarte afirma que este bricoleur es la figura base del capitalismo que viene. Y su recompensa es el reconocimiento. Y mi castigo este ruido insoportable para un sábado por la mañana. David ha acabado su ponencia pidiendo la abolición de la propiedad intelectual, ¡SGAE disolución!, y manifestado que siempre, es importante tenerlo presente, es más importante la libertad que la felicidad. Suponiendo que alguna de las dos exista, lo cuál es altamente dudoso, pero en fin, eso será para otro debate, para otro vecino y para otro sábado en el que pueda dormir tranquilo. Un ejemplo de bricoleur es el artífice que ha orquestado esto: http://www.youtube.com/watch?v=ge2fe60FvL8
Desayuno mis habituales tostadas con aceite de oliva y jamón serrano, y salgo a saludar a las gaviotas con una taza de café y con Barcelona Rebelde, de Guillem Martínez, una instructiva lectura para esta terraza con plantas, ahora sí, como se puede comprobar en la imagen, bien regadas, desde la que contemplo una ciudad dormida.
"...la inteligencia, sometida a determinada temperatura y presión, es una región de la rebeldía, es una forma de burlar las collejas que te da la vida o el poder"
"En todo caso, el catalán, esa lengua latina como la copa de un pino, ha depurado tres palabras universales, es decir, tres conceptos que sobrepasan su ámbito lingüístico y que las utiliza la humanidad para ahorrarse tiempo y dinero: a) coet, es decir, cohete, un cacharro sin alas pero que aún así vuela; b) esquirol, es decir, ardilla, pero también habitante de l'Esquirol, un pueblo de la provincia de Barcelona cuyos habitantes ayudaron a reventar una huelga trabajando en lugar de los huelguistas, y por último, tachán-tachán, c) collons, que aparece en Cien años de soledad, por lo que tal vez sea la palabra catalana más leída del mundo. Se trata del taco definitivo. Es una contribución a la economía y a la ductilidad solo comparable al pan con tomate. En definitiva, es el único taco planetario capaz de expresar enojo, perplejidad y maravilla, tres sentimientos al mismo precio"
collons de Deú!
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